jueves, 23 de diciembre de 2010

Dimes y diretes

Tiene mucha suerte la nieve que paraliza estos días aeropuertos, ferrocarriles y carreteras en gran parte de Europa. En Madrid, por ejemplo, no nieva, solo llueve a mares, como en el sur, donde el Guadalquivir viaja con el agua al cuello. Tiene suerte porque si hubiera pasado aquí, Rubalcaba y Pepín Blanco la hubieran militarizado. Una nieve militarizada no desciende danzando como una hoja; un copo caqui baja con marcialidad y a plomo.

No andamos demasiado bien en modernidad y transporte. Cuando no es un volcán de nombre impronunciable, son los controladores o las nevadas. En Bélgica, donde viven Pepe Gotera y Otilio, cerraron el aeropuerto de Bruselas porque se quedaron sin liquido anticongelante. En los países en los nieva mucho este tipo de deslices son imperdonables. Pero más les vale no pedir cabezas de ministros que después entre dimes y diretes se pasan no sé cuantos meses formando Gobierno, como los iraquíes que han aprendido rápido los trapicheos de la democracia. Aquí tenemos una oposición muda que no presenta un solo plan alternativo a nada pero que está en contra de todo, incluso del trabajo sucio que les está ahorrando ese converso del liberalismo llamado Zetapeta.

Preguntas para recortar el gasto público y para que la OCDE o su madre no me internen en un campo de trabajo para que la palme antes sin cobrar pensión.

-¿Cuántos automóviles oficiales hay en España? ¿Quienes tienen derecho? ¿Cómo se fiscaliza su utilización? ¿Cuánto gasto de gasolina?

-¿Quienes cobran pensión? Me refiero a cargos electos. ¿Tengo que cotizar 20, quizá 25 y un diputados solo ocho? ¿Quienes tienen derecho a escolta, oficina, secretaria y ayudantes? ¿Cuáles es el trato a los ex presidentes (incluyase autonómicos y presidentes de Parlamentos)? ¿Existe transparecia en estos datos? ¿Nadie de WikiLeaks alrededor?

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