 ¡Silencio! Grita una madre con su hijo soldado muerto en sus brazos.
¡Silencio! Grita una madre con su hijo soldado muerto en sus brazos. ¡Silencio! Grita un niño keniata, rodeado de moscas, sin un bocado que  llevarse a la boca.
 ¡Silencio! Grita una refugiada entre el ruido de las bombas que caen a su  alrededor día y noche.
 ¡Silencio! Grita el inmigrante que lleva días en alta mar sin avistar  tierra, y tiene hambre y sed.
 ¡Silencio! Grita una mujer árabe, que tras levantarse tras un bonito sueño  de libertad e igualdad, se da cuenta que solo era eso, un sueño.
 ¡Silencio! Grita grita el Amazonas, quemado, arrasado, talado por manos sin  conciencia anhelantes de dinero.
 ¡Silencio! Gritan las ballenas, huyendo de sus sangrientos asesinos, viendo  las grandes matanzas de que son víctimas.
 ¡Silencio! Grita en su último suspiro una mujer que está siendo lapidada  cruel e injustamente.
 ¡Silencio! Grita un preso en Guantanamo, loco, loco, loco, pues es incapaz  de comprender y sólo se hace una pregunta: ¿por qué?
 Estamos rodeados de un silencio atronador...mas estamos  sordos.
 
3 comentarios:
Muy interesante esta entrada, y desgraciadamente muy cierta. Solo se me ocurre una solucion para los males de la humanidad y es la superación del egoismo y de la hipocresía. ¿Se logrará algún día...? ¡Yo sueño con un SI!
1 abrazo!
Opino igual que José, pero debemos actuar y no conformarnos con nuestros sueños. La pregunta que me hago es: ¿por dónde empezamos?
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